Sin duda que los pasivos representan un costo financiero importante para la empresa, costo que en algunos casos puede ser muy inferior a la rentabilidad obtenida.
Naturalmente no es posible rentabilizar pasivos, puesto que la rentabilidad es propia de los activos, pero sí es posible lograr una excelente rentabilidad de los activos financiados en buena parte por pasivos.
Esa premisa de que los pasivos son malos acompañantes, ha llevado a que la gran mayoría de las personas sientan temor a endeudarse, lo cual es negativo puesto que dejan pasar grandes oportunidades de negocio sólo porque no cuentan con el dinero para aprovecharlas, y luego llega otro sin dinero y se queda con el negocio.
Si bien financiar los activos con recursos propios es saludable, no quiere decir que sea inconveniente financiarlos con pasivos, puesto que en algunos casos puede ser perfectamente viable.
Lo importante aquí no es la relación activos/pasivos; lo importante es el negocio como tal, la idea de negocio. Si el negocio es bueno, con seguridad que se logrará una rentabilidad suficiente para financiar el costo de los pasivos.
Para desarrollar un negocio que se ha demostrado ser rentable, no es necesario que el empresario espere a tener suficiente capital propio para iniciar el negocio; basta con tener la certeza de que en realidad el negocio es bueno y recurrir al endeudamiento para arrancarlo.
En un buen negocio, es perfectamente posible funcionar con un gran pasivo, aunque claro, es mucho más riesgoso que trabajar con un pasivo menor, pero ya sabemos que cuando el riesgo es alto, la rentabilidad suele ser también alta.
Hay muchas personas y empresas que funcionan con capital ajeno, con el dinero de otro; es más, eso sería lo ideal, trabajar con el capital de quien no tienen la visión ni la capacidad para hacerlo rendir.
Naturalmente no es posible rentabilizar pasivos, puesto que la rentabilidad es propia de los activos, pero sí es posible lograr una excelente rentabilidad de los activos financiados en buena parte por pasivos.
Esa premisa de que los pasivos son malos acompañantes, ha llevado a que la gran mayoría de las personas sientan temor a endeudarse, lo cual es negativo puesto que dejan pasar grandes oportunidades de negocio sólo porque no cuentan con el dinero para aprovecharlas, y luego llega otro sin dinero y se queda con el negocio.
Si bien financiar los activos con recursos propios es saludable, no quiere decir que sea inconveniente financiarlos con pasivos, puesto que en algunos casos puede ser perfectamente viable.
Lo importante aquí no es la relación activos/pasivos; lo importante es el negocio como tal, la idea de negocio. Si el negocio es bueno, con seguridad que se logrará una rentabilidad suficiente para financiar el costo de los pasivos.
Para desarrollar un negocio que se ha demostrado ser rentable, no es necesario que el empresario espere a tener suficiente capital propio para iniciar el negocio; basta con tener la certeza de que en realidad el negocio es bueno y recurrir al endeudamiento para arrancarlo.
En un buen negocio, es perfectamente posible funcionar con un gran pasivo, aunque claro, es mucho más riesgoso que trabajar con un pasivo menor, pero ya sabemos que cuando el riesgo es alto, la rentabilidad suele ser también alta.
Hay muchas personas y empresas que funcionan con capital ajeno, con el dinero de otro; es más, eso sería lo ideal, trabajar con el capital de quien no tienen la visión ni la capacidad para hacerlo rendir.
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