El neoliberalismo es un conjunto de políticas económicas que se ha difundido en los últimos 25 años. Aunque el término se utiliza muy poco en Estados Unidos, sus efectos se pueden apreciar claramente en el enriquecimiento de los ricos y el empobrecimiento de los pobres.
"Liberalismo" puede referirse a ideas políticas, económicas o aun religiosas. En Estados Unidos, el liberalismo político ha obrado como estrategia para impedir conflictos sociales, y es presentado a la clase pobre o trabajadora como "progresista" en comparación con el pensamiento conservador o derechista. El liberalismo económico es diferente. Los políticos conservadores que dicen odiar a los "liberales" (en el sentido político) en realidad no tienen problema con el liberalismo económico, incluido el neoliberalismo.
"Neo" significa un nuevo tipo de liberalismo. Entonces, ¿de qué se trataba el viejo tipo? La escuela del liberalismo económico se hizo famosa en Europa cuando Adam Smith publicó en 1776 "La riqueza de las naciones", en el que promovía la abolición de la intervención gubernamental en asuntos económicos: no a las restricciones a la manufactura, no a las barreras al comercio, no a los aranceles. El libre comercio era, según Smith, la mejor forma de desarrollo de la economía de una nación.
Tales ideas eran liberales en el sentido de que promovían la ausencia de controles. Esta aplicación del individualismo estimuló la libre empresa y la libre competencia, es decir, que los capitalistas pudieron acumular riquezas sin límites.
Desafío al liberalismo
El liberalismo económico prevaleció en Estados Unidos durante todo el siglo XIX y a principios del XX. Luego de la Gran Depresión de los años 30, John Maynard Keynes elaboró una teoría que desafió al liberalismo como la mejor política para los capitalistas. En esencia, Keynes señaló que el pleno empleo es necesario para el crecimiento del capitalismo, y que sólo puede lograrse con la intervención de los gobiernos y los bancos centrales. Estas ideas tuvieron gran influencia sobre el New Deal (Nuevo Trato) del presidente Roosevelt, que mejoró las condiciones de vida de muchas personas. Así, la creencia de que el gobierno debía promover el bien común fue ampliamente aceptada.
Sin embargo, la crisis o reducción de ganancias que vivió el capitalismo en los últimos 25 años inspiró a la elite empresarial a revivir el liberalismo económico. Esto es lo que lo hace "neo" o nuevo. Ahora, con la globalización de la economía capitalista, el neoliberalismo se practica a escala mundial.
Una memorable definición de este proceso fue la ofrecida por el subcomandante Marcos, en el Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo, realizado en Chiapas (México) en agosto de 1996 con los auspicios del movimiento zapatista: "Lo que la derecha nos ofrece es convertir el mundo en un gran centro de compras donde se pueden adquirir indígenas aquí, mujeres allá", y podría haber agregado "niños, inmigrantes, obreros e incluso un país entero como México".
El neoliberalismo incluye entre sus conceptos principales:
Gobierno del mercado. Liberación de las empresas privadas de cualquier control impuesto por el Estado, sin importar cuánto daño social ello produzca. Mayor apertura al comercio y a la inversión internacionales, como en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Reducción de salarios mediante la "desindicalización" de los trabajadores y la supresión de derechos laborales obtenidos tras largos años de lucha. Eliminación de los controles de precios. En definitiva, libertad total para el movimiento de capitales, bienes y servicios. Para convencernos de que esto es bueno para nosotros, nos dicen: "Un mercado desregulado es la mejor forma de aumentar el crecimiento económico, que en definitiva nos beneficiará a todos". Este concepto equivale a la economía del "goteo" de Ronald Reagan, sólo que la riqueza no gotea demasiado.
Reducción del gasto público en servicios sociales como educación y atención de la salud. Reducción de la red de seguridad para los pobres, e incluso recorte del gasto en mantenimiento de caminos, puentes, suministro de agua; todo en nombre de la desregulación estatal. Por supuesto, los promotores de esta política no se oponen a los subsidios gubernamentales ni a las exoneraciones fiscales para las empresas.
Desregulación. Debilitamiento o eliminación de toda norma gubernamental que pueda disminuir las ganancias de las empresas, incluidas las leyes que protegen el ambiente y la seguridad laboral.
Privatización. Venta de empresas, bienes y servicios públicos a inversores privados. Esto incluye bancos, industrias, vías férreas, carreteras, electricidad, escuelas, hospitales y aún el suministro de agua potable. Aunque en general las privatizaciones se realizan en nombre de una mayor eficiencia, a menudo necesaria, tienen el efecto de concentrar la riqueza aún más en unas pocas manos y de hacer que el público deba pagar más para satisfacer sus necesidades.
Eliminación del concepto del "bien público" o "comunidad", y su sustitución por el de "responsabilidad individual". Presión a los más pobres de la sociedad para que atiendan por sí mismos su salud, educación y seguridad social.
Neocolonización
El neoliberalismo ha sido impuesto en todo el mundo por poderosas instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, y es incontenible en América Latina, donde se aplicó por primera vez en Chile (con la ayuda del economista Milton Friedman, de la Universidad de Chicago) tras el golpe militar respaldado por la CIA contra el gobierno del socialista Salvador Allende, en 1973. Le siguieron otros países, y algunos de los peores efectos se sintieron en México, donde los salarios disminuyeron entre 40 y 50 por ciento en el primer año de vigencia del TLCAN y el costo de vida aumentó 80 por ciento. Más de 20.000 pequeñas y medianas empresas quebraron, y más de mil compañías públicas fueron privatizadas. Como dijo un analista, "el neoliberalismo significa la neocolonización de América Latina".
En Estados Unidos, el neoliberalismo está destruyendo programas de bienestar social, atacando los derechos de los trabajadores (incluidos los de los inmigrantes) y recortando programas sociales. El "contrato" republicano es neoliberalismo puro. Sus partidarios trabajan duro por negar protección a los niños, los jóvenes, las mujeres y el planeta mismo, y tratan de que aceptemos esto con el argumento de que nos liberará del peso del Estado.
Los beneficiarios del neoliberalismo son una minoría de la población mundial. Para la vasta mayoría sólo produce más sufrimiento que antes: un sufrimiento sin los pequeños y difíciles logros de los últimos 60 años, un sufrimiento sin fin.
domingo, 28 de diciembre de 2014
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¿Dónde está ex gobernador de PR Luis Fortuño?
ResponderEliminarOprima el siguiente enlace para ver dónde esta: http://www.steptoe.com/professionals-Luis_Fortuno.html
Luis Fortuño está en Washington DC trabajando por la firma legal Steptoe y Johnson. Mira lo que dice Steptoe sobre Luis Fortuño:
Luis Fortuño, además de haber hecho un trabajo excepcional como gobernador, instaló la ley en Puerto Rico de la Alianza Público – Privada. Eso nos ha permitido hacer 2 inversiones muy importantes en Puerto Rico – las autopistas de Puerto Rico y el aeropuerto internacional de Puerto Rico.
Luis Fortuño, como parte de su función en esta firma, es asesor en asuntos sobre Puerto Rico. Esta misma firma representa compañías estadounidenses que quieren comprar todas las corporaciones públicas de Puerto Rico para que estén en manos privadas. Tan pronto eso ocurra, estos servicios serán más caros. Cuando los puertorriqueños no podamos pagarlos, tendremos que abandonar a Puerto Rico. Tan pronto seamos minoría en Puerto Rico, solo entonces vendrá la estadidad para Puerto Rico.
Noam Chomsky lo dijo en su libro, PROFIT OVER PEOPLE (página 21) que existe un conflicto entre la democracia y la demanda de tener un clima político y económico favorable para la inversión privada. El neoliberalismo estadounidense se trata de permitirle a sus corporaciones hacer todo el dinero posible sin importarle lo que le pase a sus ciudadanos y al resto del mundo.
Por eso seguiremos protestando pacíficamente y permanentemente para la descolonización de Puerto Rico. En vez de cumplir con las 34 resoluciones de la Organización de Naciones Unidas para que inmediatamente descolonice a Puerto Rico, el gobierno de Estados Unidos ha estado trabajando incansablemente para sacarnos de Puerto Rico.
Como recientemente dijo el autor del libro WAR AGAINST ALL PUERTO RICANS, Nelson A. Denis, los puertorriqueños tenemos que entender que esto es otro Vieques. ¡Proteste ahora, porque los que nos quieren botar de nuestra isla no creen en la JUSTICIA PARA TODOS!
www.TodosUnidosDescolonizarPR.blogspot.com