Control

La palabra control proviene del término francés contrôle y significa comprobación, inspección, fiscalización o intervención.

Rentabilidad

La rentabilidad es la capacidad de producir o generar un beneficio adicional sobre la inversión o esfuerzo realizado.

Divisa

Se refiere a toda moneda utilizada en una región o país ajeno a su lugar de origen.Las divisas fluctúan entre sí dentro del mercado monetario mundial.De este modo, se pueden establecer distintos tipos de cambio entre divisas que varían constantemente en función de diversas variables económicas como el crecimiento económico, la inflación o el consumo interno de una nación.

Recesion

En macroeconomía, es la disminución generalizada de la actividad económica de un país o región, medida a través de la bajada, en tasa anual, del Producto Interior Bruto (PIB) real, durante un periodo suficientemente prolongado.

Equipo

Comprende a cualquier grupo de dos o más personas con pensamientos diferentes que interactúan, discuten y piensan de forma coordinada y cooperativa, unidas con un objetivo común (una investigación o un servicio determinado).

domingo, 28 de diciembre de 2014

EL NEOLIBERALISMO

El neoliberalismo es un conjunto de políticas económicas que se ha difundido en los últimos 25 años. Aunque el término se utiliza muy poco en Estados Unidos, sus efectos se pueden apreciar claramente en el enriquecimiento de los ricos y el empobrecimiento de los pobres.




"Liberalismo" puede referirse a ideas políticas, económicas o aun religiosas. En Estados Unidos, el liberalismo político ha obrado como estrategia para impedir conflictos sociales, y es presentado a la clase pobre o trabajadora como "progresista" en comparación con el pensamiento conservador o derechista. El liberalismo económico es diferente. Los políticos conservadores que dicen odiar a los "liberales" (en el sentido político) en realidad no tienen problema con el liberalismo económico, incluido el neoliberalismo.

"Neo" significa un nuevo tipo de liberalismo. Entonces, ¿de qué se trataba el viejo tipo? La escuela del liberalismo económico se hizo famosa en Europa cuando Adam Smith publicó en 1776 "La riqueza de las naciones", en el que promovía la abolición de la intervención gubernamental en asuntos económicos: no a las restricciones a la manufactura, no a las barreras al comercio, no a los aranceles. El libre comercio era, según Smith, la mejor forma de desarrollo de la economía de una nación.

Tales ideas eran liberales en el sentido de que promovían la ausencia de controles. Esta aplicación del individualismo estimuló la libre empresa y la libre competencia, es decir, que los capitalistas pudieron acumular riquezas sin límites.

Desafío al liberalismo

El liberalismo económico prevaleció en Estados Unidos durante todo el siglo XIX y a principios del XX. Luego de la Gran Depresión de los años 30, John Maynard Keynes elaboró una teoría que desafió al liberalismo como la mejor política para los capitalistas. En esencia, Keynes señaló que el pleno empleo es necesario para el crecimiento del capitalismo, y que sólo puede lograrse con la intervención de los gobiernos y los bancos centrales. Estas ideas tuvieron gran influencia sobre el New Deal (Nuevo Trato) del presidente Roosevelt, que mejoró las condiciones de vida de muchas personas. Así, la creencia de que el gobierno debía promover el bien común fue ampliamente aceptada.

Sin embargo, la crisis o reducción de ganancias que vivió el capitalismo en los últimos 25 años inspiró a la elite empresarial a revivir el liberalismo económico. Esto es lo que lo hace "neo" o nuevo. Ahora, con la globalización de la economía capitalista, el neoliberalismo se practica a escala mundial.

Una memorable definición de este proceso fue la ofrecida por el subcomandante Marcos, en el Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo, realizado en Chiapas (México) en agosto de 1996 con los auspicios del movimiento zapatista: "Lo que la derecha nos ofrece es convertir el mundo en un gran centro de compras donde se pueden adquirir indígenas aquí, mujeres allá", y podría haber agregado "niños, inmigrantes, obreros e incluso un país entero como México".

El neoliberalismo incluye entre sus conceptos principales:

Gobierno del mercado. Liberación de las empresas privadas de cualquier control impuesto por el Estado, sin importar cuánto daño social ello produzca. Mayor apertura al comercio y a la inversión internacionales, como en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Reducción de salarios mediante la "desindicalización" de los trabajadores y la supresión de derechos laborales obtenidos tras largos años de lucha. Eliminación de los controles de precios. En definitiva, libertad total para el movimiento de capitales, bienes y servicios. Para convencernos de que esto es bueno para nosotros, nos dicen: "Un mercado desregulado es la mejor forma de aumentar el crecimiento económico, que en definitiva nos beneficiará a todos". Este concepto equivale a la economía del "goteo" de Ronald Reagan, sólo que la riqueza no gotea demasiado.

Reducción del gasto público en servicios sociales como educación y atención de la salud. Reducción de la red de seguridad para los pobres, e incluso recorte del gasto en mantenimiento de caminos, puentes, suministro de agua; todo en nombre de la desregulación estatal. Por supuesto, los promotores de esta política no se oponen a los subsidios gubernamentales ni a las exoneraciones fiscales para las empresas.

Desregulación. Debilitamiento o eliminación de toda norma gubernamental que pueda disminuir las ganancias de las empresas, incluidas las leyes que protegen el ambiente y la seguridad laboral.

Privatización. Venta de empresas, bienes y servicios públicos a inversores privados. Esto incluye bancos, industrias, vías férreas, carreteras, electricidad, escuelas, hospitales y aún el suministro de agua potable. Aunque en general las privatizaciones se realizan en nombre de una mayor eficiencia, a menudo necesaria, tienen el efecto de concentrar la riqueza aún más en unas pocas manos y de hacer que el público deba pagar más para satisfacer sus necesidades.

Eliminación del concepto del "bien público" o "comunidad", y su sustitución por el de "responsabilidad individual". Presión a los más pobres de la sociedad para que atiendan por sí mismos su salud, educación y seguridad social.


Neocolonización


El neoliberalismo ha sido impuesto en todo el mundo por poderosas instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, y es incontenible en América Latina, donde se aplicó por primera vez en Chile (con la ayuda del economista Milton Friedman, de la Universidad de Chicago) tras el golpe militar respaldado por la CIA contra el gobierno del socialista Salvador Allende, en 1973. Le siguieron otros países, y algunos de los peores efectos se sintieron en México, donde los salarios disminuyeron entre 40 y 50 por ciento en el primer año de vigencia del TLCAN y el costo de vida aumentó 80 por ciento. Más de 20.000 pequeñas y medianas empresas quebraron, y más de mil compañías públicas fueron privatizadas. Como dijo un analista, "el neoliberalismo significa la neocolonización de América Latina".

En Estados Unidos, el neoliberalismo está destruyendo programas de bienestar social, atacando los derechos de los trabajadores (incluidos los de los inmigrantes) y recortando programas sociales. El "contrato" republicano es neoliberalismo puro. Sus partidarios trabajan duro por negar protección a los niños, los jóvenes, las mujeres y el planeta mismo, y tratan de que aceptemos esto con el argumento de que nos liberará del peso del Estado.

Los beneficiarios del neoliberalismo son una minoría de la población mundial. Para la vasta mayoría sólo produce más sufrimiento que antes: un sufrimiento sin los pequeños y difíciles logros de los últimos 60 años, un sufrimiento sin fin.

Explicacion del R.O.E y R.O.A


domingo, 14 de diciembre de 2014

RETAIL

El detal o venta al detalle (en inglés retail) es un sector económico que engloba a las empresas especializadas en la comercialización masiva de productos o servicios uniformes a grandes cantidades de clientes. Es el sector industrial que entrega productos al consumidor final. La razón para involucrar a mayoristas y minoristas en un mismo sector fue una consecuencia de la gran cantidad de problemas y soluciones comunes que tienen ambos sectores por la masividad y diversidad tanto de sus productos como de sus clientes.


En el negocio del detal se pueden incluir todas las tiendas o locales comerciales que habitualmente se encuentran en cualquier centro urbano con venta directa al público, sin embargo su uso se halla más bien ligado a las grandes cadenas de locales comerciales. El ejemplo más común del detal lo constituyen los supermercados; otros comercios tradicionalmente asociados al detal son las tiendas por departamentos, casas de artículos para el hogar, ferreterías, farmacias, venta de indumentaria, librerías, entre muchas más. La complejidad del detal viene dada por la amplia variedad de artículos y tipos de artículos que ofrecen, así como el nivel de operaciones efectuado. Las operaciones de venta del detal generan una cantidad de datos tal que puede resultar abrumadora para aquellos ajenos al negocio.
Canales de venta
Una característica que solía ser común al segmento del detal era su canal de venta compuesto por tiendas o locales comerciales, sin embargo la aparición de la venta telefónica y la venta por Internet también han derribado este concepto. En las grandes cadenas es muy común la ampliación a numerosos puntos de venta, lo cual permite el mejor aprovechamiento de costos comunes como pueden ser marketing, publicidad, administración o el diseño de locales para nombrar sólo algunos.

Los canales de venta son la esencia del detal, y buena parte de sus esfuerzos y diferenciación se concentran en el diseño y la experiencia de compra que proporcionan los distintos canales.

Logística

En las cadenas dedicadas al retail es un factor común la presencia de centros de distribución, grandes depósitos o almacenes ubicados en puntos logísticamente estratégicos que abastecen a las tiendas de forma regular. Los centros de distribución —a veces también llamados centros de operación logísticos— también pueden abastecer a los consumidores, pero debido a que estos centros se especializan en actividades logísticas y no en atención al público no es muy frecuente que los clientes puedan ser atendidos directamente en ellos.

Los centros de distribución pueden pertenecer a la empresa o estar tercerizados en operadores logísticos, sin embargo, salvo en los casos de venta de servicios la masividad que diferencia al detal de otros rubros exige la utilización de estos centros logísticos. A su vez es remarcable notar que el número de centros de distribución no crece proporcionalmente a la cantidad de puntos de venta, sino que su número tiene más bien una relación directa con el área geográfica que pueden atender.

Los costos logísticos que corresponden a cada centro comercial variarán en función de la distancia al centro de distribución (y de este al lugar de producción o ingreso de importación) y los volúmenes consumidos. No obstante, por cuestiones de imagen y costos publicitarios las cadenas imponen un precio único para sus productos; esto puede verse como una absorción de los costos mayores en los centros alejados y de menor volumen, o bien como un recargo a aquellos clientes que habitan en grandes centros de consumo cercanos a los centros de producción.

Productos
Otro aspecto a considerar es la escasa elaboración de los productos, de hecho se podría definir la actividad elementalmente como compra, abastecimiento, distribución y venta de no ser por la aparición de productos masivos que requieren algún grado de elaboración generalmente no muy importante; tal es el caso de las cadenas de venta de computadoras comúnmente denominados clones.

El hecho de no incluir elaboración o incluirlo sólo de forma mínima le quita al sector retail la principal complejidad del sector productivo. En su lugar, la complejidad del detal suele ser vista como la gran variedad de productos y servicios que ofrecen, que obligan al desarrollo de complejas y costosas estructuras para administrar, almacenar, vender y publicitar un conglomerado de artículos que demandan gestiones muy diferentes para cada uno. Tal variedad de artículos (algo que se ve especialmente en los supermercados) motivó el surgimiento de lo que se denomina la administración por productos (product management), un mecanismo por el cual el proceso completo de la cadena de suministro es dirigida por distintos grupos de personas en función del tipo de artículo o servicio. De esta manera se puede tener un grupo enfocado en la compra, almacenamiento, distribución y venta de artículos que requieren cadena de frío, otro para artículos con garantía de fabricación, y así.

Desde fines del siglo XX se ha manifestado cada vez con mayor fuerza una tendencia a la utilización de las denominadas marcas propias, marcas creadas o compradas por la cadena de detal para su uso exclusivo en sus centros comerciales. Este esquema permite al fabricante desentenderse de la publicidad de su marca y concentrarse solamente en la fabricación, otorgando en muchos casos el mismo producto pero con leves diferencias estéticas a distintas cadenas; a su vez, el detal se ve favorecido por precios de costo reducidos por la desaparición de la publicidad dentro del costo de adquisición. La amplia aceptación de este esquema llevó a que muchas cadenas tengan segundas y hasta terceras marcas propias.

La uniformidad del producto es lo que distingue este de otros rubros de venta masiva, como ser cadenas de comidas rápidas o de servicios. En el detal el producto ofrecido no tiene variaciones, mientras que un producto elaborado en el momento tiene intrínsecamente una variación única en cada producto o servicio entregado.

Precios de costo y venta

Un punto que distingue al detal de las actividades productivas es el tratamiento contable dado a sus productos. Mientras que en la producción el valor de cada artículo se determina a partir del precio del producto adquirido más sus sucesivas transformaciones, en el detal el precio de costo (y frecuentemente de venta) de todos los artículos se ve modificado cada vez que se negocian nuevas condiciones de compra. Por ejemplo un supermercado es un retail de productos y una telefónica es un retail de servicios.

Otro elemento que distingue a este sector es la utilización del margen como unidad elemental de medición del desempeño de la compañía o de un segmento del detal. Mientras que el margen surge de calcular el valor relativo de la venta sobre el precio de costo (margen = [precio de venta - precio de costo] / precio de costo), también se ha popularizado el concepto de la tasa de marca que mide el margen en forma relativa pero sobre el precio de venta (tasa de marca = [precio de venta - precio de costo] / precio de venta). La tasa de marca es ampliamente usada en aquellos casos donde el proveedor impone una política de precios finales fijos, pero otorgando a cada cadena de detal un tasa de marca diferente, por lo general más grande a medida que aumentan los volúmenes de compra.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Swap

Un swap es un tipo de derivado financiero. Los derivados financieros son productos financieros cuyo valor depende del valor de otro, de ahí su nombre. Estos derivados se materializan en contratos que tendrán un efecto u otro dependiendo de lo que suceda con el valor del que derivan.

Los swaps en concreto son contratos en los que dos partes se ponen de acuerdo para intercambiar los beneficios de un instrumento financiero A propiedad de la primera parte por los beneficios de otro instrumento financiero B propiedad de la segunda parte. Los swaps pueden ser de muchos tipos, estando a veces referenciados a tipos de interés.


Los swaps han crecido mucho en la última década en los mercados, aunque su origen viene de los años 80. Actualmente el valor de los swap en circulación es varias veces el PIB mundial y se trata de uno de los contratos financieros más comerciados en el mundo.
¿Para qué sirve un swap?

Los swaps tienen varios usos en las finanzas modernas, pero mencionaremos los más frecuentes. El primero es intercambiar en el futuro recursos entre dos partes, de modo que en ocasiones un swap puede no ser puramente monetario, sino también de bienes o servicios. Muchos swaps están referenciados al precio del petróleo o del oro.

Un swap también se puede utilizar para especular, si creemos que aquello que recibiremos en el futuro será de mayor valor que aquello que entregaremos podríamos contratar un swap para acordar el intercambio. Este es uno de los instrumentos que se utiliza para lo que los medios de comunicación suelen llamar “apostar en los mercados financieros”.

Por ejemplo si tenemos un derecho que nos proporciona un 5% fijo anual y creemos que los tipos de interés de mercado va a subir podríamos firmar un swap para intercambiar los intereses con alguien que crea que los tipos de interés van a bajar. En ese caso si dentro de un año el tipo de interés de mercado es del 6% la otra parte nos tendría que pagar el 1% de la cantidad acordada. Si el tipo de interés está en el 4% seremos nosotros quienes tendremos que pagar el 1% a la otra parte.

Como inversor individual para pequeños y medianos patrimonios no suele ser práctico invertir en swaps por dos motivos. Por un lado los swaps son muy arriesgados y por otro las cantidades mínimas exigidas se salen de lo que se puede permitir invertir un patrimonio pequeño o medio.

jueves, 11 de diciembre de 2014

OUTSOURCING

El término outsourcing , también conocido como tercerización, refiere al proceso que ocurre cuando una organización contrata a otra para que realice parte de su producción, preste sus servicios o se encargue de algunas actividades que le son propias. Las organizaciones recurren al outsourcing para abaratar costos, mejorar la eficiencia y concentrarse en aquellas actividades que dominan mejor y constituyen la base de su negocio.

El outsourcing abarca una amplia gama de áreas pero actualmente es mas en común en recursos humanos (manejo de nóminas), atención al cliente, contabilidad, telemarketing, diseño gráfico, generación de contenido, manufactura e ingeniería. Por lo general, involucra especialidades ajenas a las funciones fundamentales de la organización contratante.

En el outsourcing la organización cede al proveedor el control de los procesos necesarios para la prestación del servicio. En cambio, cuando una empresa se relaciona con otra bajo la figura de la contratación externa, mantiene ingerencia en todos y cada uno de los detalles de la actividad requerida.

Tipos de outsourcing

Deslocalización: También conocido como Off-shoring, Implica la contratación de servicios a terceros radicados en países que ofrecen costos menores a causa de la legislación laboral, entre otros factores.

In-house: Es el outsourcing que se produce en las instalaciones de la organización contratante del servicio.

Off-site: Cuando el servicio de outsourcing se produce en las instalaciones de la propia empresa que lo presta.

Co-sourcing: Modalidad en la cual el prestador del servicio de outsourcing ofrece algún tipo de valor añadido a su cliente, como compartir los riesgos.

Colaborativo: Se aplica a la utilización de la capacidad ociosa en las operaciones para producir artículos o prestar servicios a un tercero. El termino enfatiza las oportunidades de colaborar con jugadores en los que tradicionalmente no se había pensado.

Evolución del Outsourcing

Antes del fin de la segunda guerra mundial (1945) y salvo contadas excepciones, las compañías concentraban la mayor cantidad de actividades con la intención de garantizar la eficiencia. Al pasar el tiempo, la estrategia se hizo obsoleta. La atención a una demanda creciente, entre otros factores, hicieron que los departamentos de las empresas se vieran en dificultades para mantenerse tan afinados como las organizaciones especializadas.



El concepto de Outsourcing se afianzó cuando en la década de los 70, grandes compañías lo aplicaron con éxito. Tras la acuñación del término a principios de los 80, la práctica muestra cifras importantes y un alcance global.


Beneficios del Outsourcing

  • Abarata los costos de producción.
  • Facilita la obtención de productos de mejor calidad.
  • Reduce el número de tareas rutinarias.
  • Permite a la organización dedicarse a tareas de mayor rentabilidad.

Desventajas del Outsourcing

  • Genera poca lealtad hacia la organización a la cual se presta el servicio. 
  • Fomenta irregularidades en la contratación de los trabajadores.
  • Elimina puestos de trabajo en el país de origen de la organización contratante, especialmente cuando se aplica la deslocalización.

martes, 9 de diciembre de 2014

BENCHMARKING

Benchmarking proviene de la palabra "benchmark" que en inglés significa la acción de tomar un objeto como modelo (por ejemplo una organización o parte de ésta) con el fin de comparar la propia. Este modelo es un proceso que siempre se sigue actualizando, y en donde se toma a una empresa lider en cada mercado como modelo, luego cada empresa determina los aspectos que necesitan mejorar y los compara con la empresa modelo y aplica las practicas que utiliza la empresa para mejaror las suyas. En Benchmarking se conoce que cada compañia no es unica o excepcional por lo que, es un proceso continuo, en la cual, las empresas buscan estar siempre mejorando con ideas claras, para resolver problemas, por lo que Benchmarking, es uno de los enfoques mas utilizados ya que las empresas siempre están en una busqueda continua de mejorar sus procesos.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Recesión Economica

Es la fase depresiva de la economía de un país caracterizada por la subutilización de los factores de la producción, que son trabajo, capital y tecnología.


La recesión es una tendencia a la baja de la economía. Algunos teóricos de la materia sostienen que la economía de un país obedece a un <ciclo compuesto por una serie de fenómenos que se repiten en un orden determinado. El ciclo típico tiene cuatro fases: ascendente —que es la fase de expansión y prosperidad—, descendente —que es la de contracción—, recesión —que es el momento más bajo de la contracción—, y retorno a la prosperidad, que es la fase de recuperación.

Los países pasan, de este modo, de la prosperidad a la depresión para más tarde volver a la prosperidad, aunque a ritmos variables.

En la fase de prosperidad, el nivel de empleo, la producción, los precios, el dinero, los salarios, los tipos de interés y las utilidades suben.

En cambio, en la recesión, que es la fase más baja del ciclo económico —aunque algunos economistas prefieren llamarla depresión—, se producen bajas tasas de ahorro e inversión, decrece el volumen de la producción, disminuye la productividad, baja el ingreso per cápita, aumenta el desempleo, adviene la <deflación y queda subutilizada la capacidad instalada de las empresas.

La recesión obedece fundamentalmente a la drástica y persistente disminución del gasto global y, si no se la controla a tiempo, tiende a desarrollar efectos acumulativos sobre la economía general de un país y va acompañada de expectativas pesimistas de los agentes económicos privados, que contribuyen a agravar la situación.

A partir de la gran depresión de los años 30 del siglo anterior, los economistas norteamericanos empezaron a diferenciar conceptualmente la recesión de la depresión.Dieron a la segunda una mayor profundidad y duración. Llamaron recesión a la crisis económica de menor magnitud y depresión, a la más profunda y duradera, cuyos efectos sobre la producción y distribución alcanzan dimensiones catastróficas. Señalaron que larecesión se convierte en depresión cuando la baja del producto interno bruto de un país llega al 10% o más. De modo que, en este orden de ideas, la depresión es una recesiónagravada. Suelen señalar como depresivas a la crisis que afectó a los Estados Unidos entre agosto de 1929 y marzo de 1933 —con el descalabro de su Gross Domestic Product (GDP) en casi el 33%— y a la crisis que se extendió de mayo del 1936 a junio de 1938, en que el GDP norteamericano declinó en el 18,2%.

La fe ciega en las virtudes del mercado como regulador automático del proceso económico y la irrestricta adhesión a las políticas del laissez faire, así como el dirigismo marxista de la economía, han conducido a dramáticas crisis económicas y políticas, con gravísimos efectos recesivos sobre los procesos productivos de los países.

Esas crisis han involucrado pánico de la población, desconfianza financiera, colapso productivo, desaceleración del crecimiento, desempleo, quiebra de empresas, corrida de depósitos en las instituciones bancarias y otros desórdenes en la vida económica y política de los países.

Los historiadores señalan un total de diecisiete crisis generales de la economía ocurridas desde 1780 hasta nuestros días: en 1787, 1826, 1836, 1847, 1857, 1864, 1873 a 1877, 1882 a 1884, 1890-1893, 1900-1904, 1907, 1913, 1920-1922, 1929, 1970, 1989 y 2008.

Cuatro de esas crisis han sido de amplio alcance: la de 1929, la de 1970, la de 1989 y, por supuesto, la del 2008. En el siglo XX y en los anteriores las crisis se limitaban a dos o tres países importantes pero hoy ellas alcanzan dimensiones internacionales por obra de la intensificación de los intercambios y la creciente <interdependencia de las economías.

La que se inició en 1929 fue una severa crisis depresiva del sistema capitalista, que produjo el colapso de los mercados de valores, quiebra de empresas, recesión en la industria, descenso de precios, baja de la producción y crecimiento del desempleo. La secuela de la crisis, como siempre, fue miseria y malestar social.

Una nueva crisis estalló en los años 70 del siglo XX con rasgos peculiares porque fue una mezcla de recesión e inflación, que desconcertó a los economistas, cuyas opiniones sobre sus causas, naturaleza y soluciones fueron discrepantes. Sólo con el tiempo pudo verse que se trataba de una crisis cuantitativa y cualitativamente diferente de las anteriores. Cuantitativamente, porque tuvo una universalidad hasta entonces desconocida puesto que afectó a los países desarrollados y a los subdesarrollados, a los del norte y a los del sur, a los capitalistas y a los socialistas, a los exportadores e importadores de petróleo, a los deudores y a los acreedores. Todos ellos, de una u otra manera, sufrieron las consecuencias de la crisis. Y era también cualitativamente distinta, porque fue una crisis a la vez aguda y prolongada, recesiva e inflacionaria. Cosa que desconcertó a los economistas, quienes incluso tuvieron que inventar una nueva palabra para describirla: stagflation en inglés y <estanflación en castellano.

Décadas más tarde, la fe ciega de los gobernantes y empresarios norteamericanos en las bondades del mercado, al que le atribuían efectos estabilizadores y equilibrantes sobre el proceso de la producción, circulación y distribución de bienes y servicios, produjo la crisis financiera de Wall Street, que estalló el lunes 15 de septiembre del 2008 con la declaración de quiebra del Lehman Brothers Holdings Inc. —el cuarto más importante banco de inversión estadounidense—, la absorción de Merrill Lynch & Co. por el Bank of America, la insolvencia de muchas otras instituciones financieras norteamericanas y las drásticas caídas de las bolsas de valores en el mundo entero.

En ese momento se pusieron en evidencia las deficiencias de la supervisión y regulación gubernativas sobre la banca y las fallas de los sistemas de calificación de riesgo.

Recuerdo que por aquellos días, en plena campaña electoral, el entonces candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Barack Obama, culpó de la crisis a la “filosofía económica del mercado libre” e hizo deprimentes referencias a la teoría del “goteo” o trickle-down de los neoliberales ingleses y norteamericanos.

En aquel lunes negro de Wall Street se produjo la peor quiebra bancaria en los Estados Unidos desde 1929, que desató gravísimas turbulencias financieras a escala global. Estuvieron al borde de la bancarrota varios bancos e instituciones de crédito y de seguros, con repercusiones inmediatas de pánico en la Bolsa de Valores de Nueva York y en las bolsas de valores europeas, asiáticas y latinoamericanas, que experimentaron fuertes caídas. El índice bursátil Dow Jones —el más representativo del valor de las acciones en Wall Street, nacido hace más de cien años— bajó 777,68 puntos. Se estremecieron las estructuras del Morgan Stanley, Washington Mutual, Merrill Lynch & Co., Deutsche Bank, Barclay’s, Union des Banques Suisses, Goldman Sachs, Royal Bank of Scotland, Wells Fargo, Wachovia, American International Group Inc., Fannie Mae, Freddie Mac, Bear Stearns y otras instituciones bancarias y financieras norteamericanas y europeas.

La crisis empezó a gestarse en agosto del 2007, a partir del proceso de hundimiento del sistema de hipotecas subprime en los Estados Unidos, e hizo explosión catorce meses después, con terribles efectos planetarios de recesión, desempleo y caída del producto interno bruto.

Cuando estalló la “burbuja” inmobiliaria los bancos promovieron en el 2006 más de 1,2 millones de ejecuciones judiciales contra sus clientes morosos para tratar de cobrar su dinero respaldado con cauciones hipotecarias de muy mala calidad. Muchos deudores, al no poder pagar las cuotas de su hipoteca, optaron por vender sus casas. Se devaluó el mercado inmobiliario. En muchos casos el valor de la deuda hipotecaria era mayor que el precio de la casa que con ella se había comprado o construído. La mora acumulada en el sector bancario norteamericano, a agosto del 2007, fue de alrededor de 500.000 millones de dólares. Los bancos prestamistas afrontaron dificultades y sus activos —especialmente los vinculados a las hipotecas devaluadas o incobrables— empezaron a “evaporarse”. La crisis de las hipotecas contaminó a las otras actividades financieras y a las bursátiles. Se produjeron corridas de fondos en los bancos. Los inversores —llenos de desconfianza y hasta pánico— retiraron su dinero de las instituciones afectadas y las debilitaron. En tales circunstancias, los tenedores de bonos o de acciones de esas corporaciones intentaron venderlos antes de que su depreciación fuera mayor. Advino un proceso recesivo. Se vinieron abajo los dos sustentos del capitalismo moderno: la confianza y el crédito. Y así fue profundizándose y extendiéndose la crisis de Wall Street, dado que en ese momento la economía de los Estados Unidos representaba alrededor del 29% de la economía mundial.

La crisis afectó en diversa proporción al mundo entero. Ningún país pudo abstraerse de sus consecuencias. La disminución del consumo en la sociedad estadounidense, que era la principal compradora de productos fabricados en China y Japón —pagados con dólares depreciados—, no dejó de afectar a estos países. Y la desaceleración de la economía china perjudicó a las exportaciones de América Latina y de otras regiones del mundo subdesarrollado. Bajaron, además, las inversiones norteamericanas en las llamadas economías emergentes de Asia y Latinoamérica.

La pérdida masiva de empleos, la restricción del crédito, la inestabilidad de los mercados, la desconfianza de los inversionistas, la baja de los niveles de consumo y las tendencias recesivas de la economía norteamericana y mundial obligaron al presidente George W. Bush, en las postrimerías de su período gubernativo, a instrumentar una gigantesca operación de salvamento financiero por 700.000 millones de dólares —la mayor operación de rescate bancario en la historia de los Estados Unidos— para auxiliar a las entidades crediticias privadas con problemas en sus carteras de crédito hipotecario; y al presidente Barack Obama a poner en marcha el 16 de febrero del 2009 —dentro de los primeros cien días de su gobierno— el Plan de Recuperación y Reinversión por 787.000 millones de dólares destinado a crear empleos, ayudar a las familias afectadas por la crisis, financiar planes de vivienda barata, emprender una serie de grandes obras de infraestructura eléctrica, vial y energética —de energías renovables—, impulsar la investigación científica, disminuir impuestos a las empresas de producción, financiar la renovación de los centros de enseñanza y combatir así la crisis económica que soportada su país.



Cuando los efectos recesivos de la crisis llegaron a Europa, los gobiernos europeos asignaron también enormes cantidades de dinero para el rescate de sus sectores financieros en problemas. Y esas sumas, en conjunto, superaron largamente a las cifras norteamericanas

lunes, 1 de diciembre de 2014

Organización Jerárquica

Una organización jerárquica (estructura organizativa vertical) es una estructura organizativa donde cada entidad en la organización, excepto uno, está subordinada a una entidad única. Este acuerdo es una forma de una jerarquía. En una organización, la jerarquía está formada normalmente por un grupo singular y de poder en la parte superior con los niveles posteriores por debajo de ellos. Este es el modo dominante de organización entre las grandes organizaciones; mayoría de las empresas, los gobiernos y las religiones organizadas son las organizaciones jerárquicas, con diferentes niveles de gestión, poder o autoridad. Por ejemplo, la amplia visión general de alto nivel de la organización general de la Iglesia Católica está formado por el Papa, a continuación, los Cardenales, a continuación, los arzobispos, y así sucesivamente.



Los miembros de las estructuras jerárquicas de organización, principalmente se comunican con su superior inmediato y con sus subordinados inmediatos. La estructuración de las organizaciones de este modo es útil en parte porque puede reducir la sobrecarga de comunicación, limitando el flujo de información, lo que es también su principal limitación. Una jerarquía suele visualizarse como una pirámide, donde la altura de la clasificación o persona representa su estado de energía y la anchura de ese nivel representa cuántas personas o divisiones de negocio están en ese nivel en relación con el todo (en la parte alta hay muy pocos de ellos, la base puede incluir a miles de personas que no tienen subordinados). Estas jerarquías son normalmente representadas con un árbol o un diagrama del triángulo y la creación de un organigrama. Los más cercano a la parte superior tienen más poder que los más cercanos a la parte baja. Como resultado, los superiores de una jerarquía en general, tienen un estatus superior.

Todos los gobiernos y la mayoría de las empresas tienen estructuras similares. Tradicionalmente, el monarca fue la cúspide del Estado. En muchos países, el feudalismo y el señorío proporcionaba una estructura social formal que estableció vínculos jerárquicos en todos los niveles de la sociedad, con el monarca en la parte superior.

En los negocios, el dueño del negocio es el que tradicionalmente ocupan la cúspide de la organización. En las grandes empresas más modernas, hay ahora ya no es un accionista dominante único, y el poder colectivo de los empresarios es en la mayoría de los casos delegados a un consejo de administración, que a su vez delega el día a día del funcionamiento de la empresa a un director general, consejero delegado o CEO.